La
semana por fin empieza con algo más que apa, ¡lo que me hace muy feliz! El martes iniciamos
con toda viendo realmente el propósito de la materia. Un video nos abrió los
ojos acerca de los alcances de Twitter, Facebook, Instagram y demás. Supongo
que más de uno ha subido fotos, estados o tweets pensando que a nadie le
importa lo que subamos y que finalmente es una red social. Precisamente por
esta razón debemos ser cuidadosos, en primer lugar es importante resaltar que
todo lo que se sube se hace PUBLICO, por tanto, ¡ojo con las fotos! y recuerde
que en Facebook no se hace el casting para la revista Soho. Además no todo el
que usa las redes sociales tiene buenas intenciones, si algo debemos tener
claro es que este medio le facilita la vida a los pervertidos y criminales, para
esto siempre mantener su información privada y no acepte invitaciones de gente
desconocida.
Estas redes sociales se hicieron con el fin
de entretener a un público con información de sus conocidos, y en la actualidad
hay gente que considera que confieren cierto estatus, por esta razón la gente
publica numerosos detalles de su vida privada, no obstante, no
entiendo cual es la fascinación de los jóvenes de mantener un registro de todo
lo que hacen, no me malentiendan, también soy joven pero no ingenua, publico fotos y de vez en cuando algún estado, pero siempre teniendo en cuenta ciertas precauciones. No
publique los lugares donde se encuentra todos los días (además a nadie le
importa, a menos que tenga un stalker), es peligroso tener información hasta de
su ubicación, en redes sociales se debe ser muy desconfiado, ojo con información personal como números de teléfono y la ubicación de su casa, mejor dicho, en sus redes mejor solo gente conocida.
Cuidado
con los comentarios ofensivos, su comportamiento en redes sociales es
monitoreado, cualquier comentario que se vea potencialmente peligroso será
tomado muy en serio, de hecho como este existen innumerables ejemplos, así que
guarde ciertos pensamientos para sí mismo, o piense muy bien antes de publicar,
podría perder su trabajo, su reputación e incluso su libertad.
En la clase del jueves, luego de aprender
un poquito de Google académico y Refworks, un compañero nos hablo sobre varios
temas relacionados con el humano y su relación con la tecnología. De hecho la presentación
fue muy larga se abordaron bastantes temas que resultan interesantes para
profundizar, no obstante quiero resaltar los que más me llamaron la atención
porque hablar de todos resultaría supremamente extenso y me da jartera suprema.
Resulta
que las herramientas que usamos a diario se convierten en una extensión de
nuestro cuerpo pero de una manera virtual, tal como lo dice Pierre Levy en Que
es lo virtual y no podría estar más de acuerdo, esto es absolutamente cierto. Con
el paso del tiempo y la forma en la que avanza la tecnología, nos volvemos cada
vez más dependientes de la tecnología. Por mencionar un simple ejemplo les
cuento que para mí ya resulta muy extraño no tener el celular en la mano,
pienso que me lo robaron y luego recuerdo que lo guardé en el bolso, este
aparato es un intruso absoluto, aceptemos que hasta al baño entra con nosotros.
Incluso resulta peligroso el uso constante
del celular, en varios aspectos. El empobrecimiento de la atención causa miles
de accidentes al año. Además de la peligrosa dependencia que se genera para
legitimar un estatus, esto se conoce como sesgo ascendente y considero que es
realmente ridículo. A nadie se le debe medir por el número de likes en una foto
o por el celular que tiene, considero que esto es un juicio de valor sumamente
banal donde se pierde la oportunidad de conocer a alguien por la persona que
realmente es, por sus virtudes y no por lo que aparenta ser. Sé que puede ser un
cliché repetir esto y sonar a cuento viejo, pero es cierto.
En resumen, hablamos de muchas cosas como la
plasticidad del cerebro, y que hacer cosas diferentes lo estimula, por tanto
debemos mantenernos siempre activos, trabajar la memoria es vital. En algún
punto de la presentación mi compañero mencionó que “cuando uno esta haciendo el
amor no debe pensar si lo está haciendo bien o mal, porque lo hace mal”, lo
cual nos confundió a todos y nos hizo reír bastante por lo pertinente del
comentario, pero creo que se refería a la Teoría del dualismo: cerebro y mente
funcionan en esferas distintas, y que la forma en la que se habla refleja la
forma en la que se piensa y en que se actúa, lo cual define el carácter y forja
el destino (muy profundo). Una clase bastante interesante, me gusta.



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