Esta
semana vimos temas diversos, exposiciones, hablamos de memes, el cerebro, la etnografía,
ganar dinero haciendo clics, community manager, etc. Pero hoy quiero hablar de
la clase del martes. Iniciamos con un taller sobre el plagio, nos fueron
entregados dos fotocopias, eran un par de trabajos, uno trabajo pertenecía a un
estudiante de la Universidad del Rosario y otro a un estudiante de la
Javeriana. Sebastián nos explicó la forma de usar google para hallar casos de
plagio, es bastante sencillo, se pone la frase entre comillas. Entonces fue así
como realizamos el taller. ¡FUE IMPRESIONANTE! Hay gente verdaderamente
conchuda y perezosa, no entiendo cómo pueden hacer plagio de forma tan
descarada. Estos trabajos estaban plagiados casi en su totalidad y de forma
intencional, es decir, si, en algún momento el estudiante del Rosario pecó por
inocente porque no citó bien. Sin embargo, no hay excusa para cometer plagio, es
obviamente un irrespeto al autor, un delito y por mero orgullo no deberíamos hacerlo,
pues esto implica aceptar que nuestras propias ideas no son lo suficientemente
buenas.
Tuvimos
una larga reflexión acerca del tema del plagio y creo que todos estamos de
acuerdo en que, además de ser el plagio una falta grave, también aporta a la
mediocridad, implica poco ejercicio mental y falta de creatividad. Estas tres
consecuencias del plagio nos lleva a un solo resultado, pésimos profesionales.
Cada
persona es libre de tomar su decisión, no obstante, creo fielmente que es
responsabilidad de nosotros como comunicadores, demostrar ser buenos
profesionales y quitarnos de encima los estigmas, los preconceptos y de lo que
tilda. Creo que a varios de nosotros se nos ha dicho “¿Comunicación?, ah esa
carrera es solo rumba”, “!Esa carrera es
súper fácil!” o “Ah, osea que quieres ser presentadora”. ¿A qué se debe la mala
fama de los comunicadores?, debe haber una razón por la cual trabajan
redactando en El Tiempo más politólogos y economistas que periodistas
(obviamente no hay que generalizar). La culpa no recae en las instituciones,
recae en cada individuo y su forma de ver su carrera.
Si
decidió estudiar comunicación como salida fácil, donde todo se hace de afán,
mal hecho y plagiando, donde no se aprende nada, con tal de graduarse rápido…
estamos mal. Pero si elegió comunicación porque realmente le apasiona, como a mí,
entonces demostremos que los preconceptos no son ciertos, que verdaderamente somos
capaces de ser críticos, investigar, no plagiar, empaparnos de información, escribir
bien y mil cosas más. No soy vidente y no puedo asegurarle éxito, fama y
reconocimiento a nivel mundial, pero si puedo asegurarle que va a ser un mejor
profesional, incluso que va a ser más feliz, porque no existe nada como ganarse
algo con merito propio, es la satisfacción de saber que usted es bueno en algo
y que no necesita copiar ideas de otras personas.
Paula C


